La Fuente de Alimentación del Ordenador
LA IMPORTANCIA DE ELEGIR UNA BUENA FUENTE DE ALIMENTACION.
La misión de la fuente de alimentación en nuestro ordenador se puede dividir en tres funciones diferentes:
- Rectificar la corriente que recibimos de la red (alterna) a corriente continua, que es la utilizada por el ordenador.
- Transformar esa corriente de entrada, que normalmente es de entre 125 voltios y 240 voltios, siendo lo más habitual 220 voltios, en la que necesitamos para su uso en el ordenador. Normalmente esta es de 12, 5 y 3.3 voltios, a la que hay que añadir -12 y -5 voltios.
- Estabilizar esa corriente de salida para que el voltaje que entrega por los diferentes canales sea siempre el mismo, independientemente de las fluctuaciones que pueda sufrir la corriente eléctrica de entrada
El suministro de corriente a la placa lo hacen mediante dos conectores planos de 6 pines cada uno. Esto entre otros representaba el problema de la posible colocación equivocada de estos, lo que podía llegar a producir averías. A esto hay que añadir las salidas timo molex para alimentación de discos duros y lectores de CD. En cuanto al sistema de encendido, este es por interruptor, que corta la entrada de corriente a la fuente.
La fuente de alimentación es un componente vital dentro de un ordenador al que no se lo suele prestar la atención que se merece. Cuando pensamos en una configuración de un ordenador siempre nos preocupamos por el procesador, memoria RAM, placa base, disco duro, dispositivos ópticos..., pero rara vez se piensa en la fuente de alimentación.
Esto es más notorio cuando se trata de actualizar un equipo, en el que rara vez preguntamos la conveniencia de sustituir la fuente de alimentación. Cuando mucho nos interesamos por su potencia, sobre todo si la fuente que tenemos es ya antigua. Pero debemos considerar que estamos ante uno de los elementos más importantes, ya que es el encargado de suministrar la energía a nuestro sistema.
La misión de la fuente de alimentación en nuestro ordenador se puede dividir en tres funciones diferentes:
- Rectificar la corriente que recibimos de la red (alterna) a corriente continua, que es la utilizada por el ordenador.
- Transformar esa corriente de entrada, que normalmente es de entre 125 voltios y 240 voltios, siendo lo más habitual 220 voltios, en la que necesitamos para su uso en el ordenador. Normalmente esta es de 12, 5 y 3.3 voltios, a la que hay que añadir -12 y -5 voltios.
- Estabilizar esa corriente de salida para que el voltaje que entrega por los diferentes canales sea siempre el mismo, independientemente de las fluctuaciones que pueda sufrir la corriente eléctrica de entrada
Otro factor a tener en cuenta es la potencia que nos suministra en watios. Las necesidades de potencia pueden ser muy variables, dependiendo del consumo de nuestro equipo, pero lo que es realmente importante no solo es la potencia nominal en si, sino la potencia efectiva y sobre todo la calidad de esta potencia, es decir, que sea capaz de hacer una entrega de potencia constante y uniforme.
En cuanto a la potencia en si, esta ha variado bastante, creciendo constantemente a medida que han aumentado las prestaciones de los equipos, aumentando a la vez su consumo de energía. Si hace unos años era normal que una fuente tuviera una potencia de entre 250 y 350 watios, esa potencia es hoy en día totalmente insuficiente, estableciéndose el mínimo requerido en torno a los 450 watios para equipos que no sean excesivamente potentes. Son habituales las fuentes de alimentación de entre 500 y 650 watios, máxime si tenemos en cuenta los requerimientos de potencia de las tarjetas gráficas actuales, algunas de ellas incluso necesitando tomas independientes, no solo la que es capaz de suministrarle el puerto PCIe (en torno a los 150 watios máximo), a lo que hay que añadir que cada vez es necesario instalar más elementos refrigerantes (ventiladores), discos duros de más capacidad y mayor consumo y una gran cantidad de periféricos conectados por USB, que toman la alimentación de la placa base, y por tanto de la fuente de alimentación de nuestro ordenador. Paralelamente a este aumento de potencia han aumentado las necesidades de refrigeración de estas fuentes, siendo habitual en ellas los ventiladores de 12 cms. eso si, cada vez más silenciosos.
No nos engañemos. Fuentes de alimentación hay muchas en el mercado, pero evidentemente no tiene la misma calidad una fuente de alimentación de 500 w de 25 euros que una de 80 euros (y las hay bastante más caras). Debemos elegir una fuente de alimentación acorde con nuestras necesidades, pero que sea buena, ya que de ello va a depender en buena parte el rendimiento de nuestro ordenador y lo que es igual de importante o mas, que es la vida de este. De nada nos sirve instalar el micro y la gráfica más potente que encontremos si luego tenemos una fuente de alimentación que no es capaz de suministrar la potencia que necesitan con la calidad y la estabilidad necesarias.
La calidad de una fuente de alimentación viene detarminada por la estabilidad que tenga tanto en el mantenimiento de los voltajes como en la potencia entregada.
En cuanto a los tipos de fuentes de alimentación, existen dos tipos básicamente:
En cuanto a la potencia en si, esta ha variado bastante, creciendo constantemente a medida que han aumentado las prestaciones de los equipos, aumentando a la vez su consumo de energía. Si hace unos años era normal que una fuente tuviera una potencia de entre 250 y 350 watios, esa potencia es hoy en día totalmente insuficiente, estableciéndose el mínimo requerido en torno a los 450 watios para equipos que no sean excesivamente potentes. Son habituales las fuentes de alimentación de entre 500 y 650 watios, máxime si tenemos en cuenta los requerimientos de potencia de las tarjetas gráficas actuales, algunas de ellas incluso necesitando tomas independientes, no solo la que es capaz de suministrarle el puerto PCIe (en torno a los 150 watios máximo), a lo que hay que añadir que cada vez es necesario instalar más elementos refrigerantes (ventiladores), discos duros de más capacidad y mayor consumo y una gran cantidad de periféricos conectados por USB, que toman la alimentación de la placa base, y por tanto de la fuente de alimentación de nuestro ordenador. Paralelamente a este aumento de potencia han aumentado las necesidades de refrigeración de estas fuentes, siendo habitual en ellas los ventiladores de 12 cms. eso si, cada vez más silenciosos.
No nos engañemos. Fuentes de alimentación hay muchas en el mercado, pero evidentemente no tiene la misma calidad una fuente de alimentación de 500 w de 25 euros que una de 80 euros (y las hay bastante más caras). Debemos elegir una fuente de alimentación acorde con nuestras necesidades, pero que sea buena, ya que de ello va a depender en buena parte el rendimiento de nuestro ordenador y lo que es igual de importante o mas, que es la vida de este. De nada nos sirve instalar el micro y la gráfica más potente que encontremos si luego tenemos una fuente de alimentación que no es capaz de suministrar la potencia que necesitan con la calidad y la estabilidad necesarias.
La calidad de una fuente de alimentación viene detarminada por la estabilidad que tenga tanto en el mantenimiento de los voltajes como en la potencia entregada.
En cuanto a los tipos de fuentes de alimentación, existen dos tipos básicamente:
Fuentes AT, ya en desuso. Estas fuentes se caracterizan por el tipo de conector que va a la placa y por el sistema de encendido que utilizan
El suministro de corriente a la placa lo hacen mediante dos conectores planos de 6 pines cada uno. Esto entre otros representaba el problema de la posible colocación equivocada de estos, lo que podía llegar a producir averías. A esto hay que añadir las salidas timo molex para alimentación de discos duros y lectores de CD. En cuanto al sistema de encendido, este es por interruptor, que corta la entrada de corriente a la fuente.
Estas fuentes se utilizaron en las placas AT, que eran las usadas hasta la llegada de los Pentium, aunque anteriormente se utilizaron algunas fuentes ATX, pero con los conectores de la placa del tipo AT.
Fuentes ATX, que sustituyeron a las fuentes AT a partir de la salida de los procesadores Pentium, y que son las que se utilizan en la actualidad. Estas fuentes no llevan interruptor como sistema de encendido (si acaso llevan uno para seguridad), correspondiendo la función de encendido a un contacto controlado por la placa base, que mediante un corto envía una señal que es la encargada de activar o desactivar la fuente. Las fuentes ATX siempre están suministrando un canal de 5 v a la placa base para mantener constante esta función. También permiten activarse mediante otros medios, como puede ser mediante la tarjeta de red o mediante el módem.
En cuanto a los conectores, estos pasaron de ser dos de 6 pines a uno de 20 pines (conocidos como conectores ATX), a los que con la salida de los P-4 se les añadió un conector independiente de 4 pines y 12 v.
Posteriormente se han ido añadiendo salidas de alimentación.
En primer lugar, con la salida de las placas para P-4 775 se actualizaron los conectores ATX, incorporando 4 pines más, uno de cada voltaje (12, 5 y 3.3 v.) más uno de masa. Posteriormente a los molex se les añadió unos conectores para alimentación para discos SATA y más recientemente, en las fuentes de gama alta, conectores de alimentación para tarjetas gráficas SLI.
Fuentes ATX, que sustituyeron a las fuentes AT a partir de la salida de los procesadores Pentium, y que son las que se utilizan en la actualidad. Estas fuentes no llevan interruptor como sistema de encendido (si acaso llevan uno para seguridad), correspondiendo la función de encendido a un contacto controlado por la placa base, que mediante un corto envía una señal que es la encargada de activar o desactivar la fuente. Las fuentes ATX siempre están suministrando un canal de 5 v a la placa base para mantener constante esta función. También permiten activarse mediante otros medios, como puede ser mediante la tarjeta de red o mediante el módem.
En cuanto a los conectores, estos pasaron de ser dos de 6 pines a uno de 20 pines (conocidos como conectores ATX), a los que con la salida de los P-4 se les añadió un conector independiente de 4 pines y 12 v.
Posteriormente se han ido añadiendo salidas de alimentación.
En primer lugar, con la salida de las placas para P-4 775 se actualizaron los conectores ATX, incorporando 4 pines más, uno de cada voltaje (12, 5 y 3.3 v.) más uno de masa. Posteriormente a los molex se les añadió unos conectores para alimentación para discos SATA y más recientemente, en las fuentes de gama alta, conectores de alimentación para tarjetas gráficas SLI.
Hay un tipo especial de fuentes de alimentación llamadas Fuentes redundantes, que se trata de dos fuentes de alimentación en una. Estas fuentes tienen una sola entrada y un solo juego de cables de salida, pero internamente son dos fuentes, por lo que si una se estropea la otra sigue manteniendo la alimentación. Su precio suele ser bastante alto, por lo que se utilizan más que nada en servidores y equipos profesionales.
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